Entrevistamos al artista hispanobelga Luis Salazar que presenta su exposición “Rétrospective Luis Salazar – 40 ans de peinture (1979-2019)”.

Cuéntanos lo que quieras sobre ti y tu trabajo.

Lo que me interesa sobre todo es PINTAR, es decir, sacar de la nada algo que no existía antes de mi intervención, que no se parece a la historia del arte y que dentro de mi trabajo aporta un hito adicional.

¿Cuál es tu relación con España/Bélgica?

Mi relación con España es muy sencilla, tiene lugar en el Prado, uno de los museos más grandes del mundo, y que me llevó toda una semana explorarlo. En cuanto a Lieja, es la ciudad que me acogió, me hizo ciudadano de honor y me abrió las puertas de sus más grandes museos.

¿Un lugar especial en Bélgica?

Un lugar especial en Lieja es el cementerio de veteranos que resistieron a la ocupación alemana. A menudo voy allí a reflexionar con el libro que contiene las últimas cartas que escribieron antes de que fueran fusilados.

¿Un lugar especial en España?

En San Sebastián, donde ahora se encuentran las esculturas de Chillida, me encantaba de niño a ir a ver y escuchar el mar, golpeando contra las rocas; ahí es donde hice mis primeros dibujos del mar.

¿Una canción?

Una canción cantada por Paco Ibáñez, Coplas por la muerte de su padre, texto de Jorge Manrique. Yo mismo realicé unas pinturas a la muerte de mi padre, que presenté en un libro en diálogo con Jorge Manrique.

¿Una obra de arte?

La Virgen con el hijo de Giotto. Obra maestra entre las obras maestras.

¿Un libro?

Pablo Neruda, Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

¿Un hito científico?

La píldora anticonceptiva.

Sin esta tecnología, no podría vivir…

La imprenta: me gustan los libros.

Cuando me despierto, mi primer pensamiento es…

Tengo que crear la pintura que acabo de soñar.