Olivia Hernaïz
La artista belgo-española Olivia Hernaïz nos cuenta la íntima relación que forjó con España a través de su familia.
Cuéntanos lo que quieras sobre ti y tu trabajo. ¿Cuál es tu relación con España/Bélgica?
Mi abuela, Purificación Hernaiz, era española. De niña, escapó de la Guerra Civil y fue recogida por una pareja belga. Después, se casó con un belga y tuvo cuatros niños. Mi padre tiene tres hermanas. En las reuniones de familia, siempre nos reímos mucho con ellas. Se nota que tienen algo del buen humor español que les transmitió mi abuela.
¿Un lugar especial en Bélgica?
En Bélgica me gusta mucho Brujas. Una vez, fuimos juntos todos los nietos y nietas de mi abuela a recorrer los canales en barco. Estábamos así, como turistas en nuestro propio país. Eso es algo que intento tener siempre en mente: mantener siempre la curiosidad. El viaje se hace todos los días, ya sea a un país muy lejos o a la esquina de mi casa.
¿Un lugar especial en España?
De niña, íbamos de vacaciones a casa de mi abuela. Siempre me acuerdo de esa casa en las montañas cercanas a la ciudad Playa de Ajo. Regresé hace unos años y me emocionó ver la casa otra vez. Mi niñez la pasé en España cada verano. En esos tiempos no sabía hablar español, pero al haberlo escuchado, se me hizo natural cuando lo estudié más tarde.
¿Una canción?
Silencio de Carlos Gardel. Me acuerdo de que mi abuela la cantaba por la noche con una voz atemorizante y risueña a la vez. Cuando era estudiante, estuve un tiempo de intercambio en Argentina. Viví en el barrio de Almagro en Buenos Aires y me enamoré del tango.
¿Una película?
Hable con ella de Pedro Almodóvar. A menudo iba al cine con mi hermana Aude y mi abuela. Esta fue la última película que fuimos a ver las tres juntas. Mi abuela estaba ya muy ciega al final de su vida, así que nos solíamos sentar en la primera fila y le íbamos contando todo lo que pasaba en la pantalla.
¿Un libro?
El único camino de Dolores Ibarurri. Buscando más sobre lo que había pasado en estos años, me puse a leer su autobiografía y encontré a una mujer muy fuerte, a veces testaruda, pero con un ideal que nunca dejó atrás. Un ejemplo a seguir para mí ahora.
¿Un espectáculo?
Mientras viajaba por Rusia, buscando material para mi exposición, tuve la suerte de ir a ver Cascanueces a la ópera de Saint-Petersburg. Me encantó no solo el ballet, sino también el edificio, que carga tanta historia.
¿Una obra plástica?
El Vuelo de brujas de Francisco De Goya.
Cuando visité el Prado por primera vez, me quedé un buen rato delante de esta pintura, que me hechizó. Toda la obra de Goya me atrae y me pone los pelos de punta al mismo tiempo. Un artista muy político y también poético de su tiempo.
¿Un hito científico?
Me encanta cuando los científicos descubren nuevas estrellas en galaxias alejadas. Me hace recordar que nosotros, los seres humanos, somos polvo de estrellas, y que la vida en la tierra es una mezcla de amor y de casualidad, como tan bien lo canta Jorge Drexler.
Sin la tecnología y el avance de la medicina no podría vivir porque tuve una operación del corazón cuando era un bebé y nunca habría podido sobrevivir sin ella.
Cuando me despierto, mi primer pensamiento es dar un beso a mi hija Cléopâtre que siempre me espera con una sonrisa en su cuna con los brazos bien abiertos.